Piloto

       Quisiera despegar y no se como...son tantas las tierras que sobrevolar, tantos vuelos que coger y tan pocas ganas de sentarme con alguien desconocido, de comer comida pre-calentada que me da un poco de nauseas pensar en ello. De todas maneras ¡allá voy!, porque... el fin justifica los medios ¿ es así, no ?. Haciendo caso a ese frase hecha y creyendo que ,a veces, los medios son armas de destrucción masiva, cojo mi primer vuelo con destino a mi primera pregunta:  ¿Que cojones estoy haciendo? 

       No, no me refiero a escribir este blog...me refiero a esa pregunta casi diaria que llega derribando el muro de Berlín entre nuestras pequeñas cabezas y la realidad. Esa pregunta que nos hace aterrizar y poner pies en un destino tan tétrico como esa parte de nosotros mismos que intentamos evitar por miedo a quedar paralizados en medio de nuestra calle sin salida: la vida. Y no, tampoco intento responderla porque tendría que darle cada día varios sentidos diferentes y millones de respuestas absurdas que no me conducirían a nada.


     El hecho es que al hacernos esa pregunta, creo que para cada cual habrá una respuesta pero para todos habrá una misma reacción. La reacción de parar y sentir un gran vacío que irónicamente podríamos llenar con toda la mierda que intentamos maquillar de felicidad y pintalabios de color rosa. 


    Debo reconocer, que esta pregunta es la que llevo haciéndome por mucho tiempo y la que me ha conducido a escribir un laberinto personal que tiene tan pocas salidas como palabras se me ocurren para expresarlo. 


    Por hoy, voy a intentar enfrentarme a la comida pre-calentada y al desconocido que me ha tocado en este viaje. 


    Ya contaré lo que he conocido y saboreado antes de que este avión se disponga a aterrizar.